Cómo hacer una proyección financiera paso a paso
Realizar una proyección financiera puede parecer complejo, pero con una metodología clara y buenos datos, es una herramienta muy valiosa para cualquier negocio.
En Bonet Asesores te acompañamos a entender cómo hacer una proyección financiera paso a paso y por qué es clave para tomar decisiones.
¿Qué es una proyección financiera y para qué sirve?
Una proyección financiera es una estimación de los ingresos, gastos y resultados económicos que se esperan en un periodo determinado. Normalmente, se proyecta a 1, 3 o 5 años.
Permite prever si habrá suficiente liquidez, si una inversión es viable o si se podrá asumir un nuevo gasto sin comprometer el equilibrio financiero.
También es fundamental para solicitar financiación, buscar inversores o simplemente tener el control económico del negocio.
A continuación, detallaremos qué pasos seguir para hacerla correctamente.
Paso 1: Reunir los datos históricos del negocio
Antes de proyectar el futuro, hay que mirar el pasado. Reúne los datos contables de al menos los últimos dos años: ventas, gastos, beneficios y flujos de caja.
Cuanto más detallados y organizados estén los datos, más precisa será la proyección. Utiliza balances, cuentas de resultados y estados de flujo de efectivo.
Este paso es esencial para detectar patrones y entender la realidad económica del negocio.
Paso 2: Fijar objetivos financieros realistas
Define qué esperas conseguir en el periodo que vas a proyectar. Puede ser mantener estabilidad, crecer un 10 % anual, o reducir gastos.
Es clave que los objetivos sean medibles, realistas y alineados con la situación actual del negocio. Si no hay objetivos claros, la proyección pierde utilidad.
Un objetivo podría ser, por ejemplo, alcanzar 200.000 euros de ingresos en el próximo ejercicio.
Paso 3: Estimar ingresos y gastos futuros
Utiliza los datos pasados y tu conocimiento del mercado para estimar los ingresos previstos y los gastos que deberás afrontar.
Hazlo de forma mensual o trimestral, según el nivel de detalle que necesites. Incluye tanto ingresos como subvenciones, ventas y otras entradas.
En gastos, distingue entre fijos (alquiler, nóminas) y variables (publicidad, suministros, comisiones, etc.).
Paso 4: Elaborar el estado de resultados proyectado
El estado de resultados proyectado te permite ver cuánto ganará o perderá tu negocio en cada periodo. Calcula: ingresos – gastos = resultado.
Este documento es vital para entender la rentabilidad futura de tu actividad. Incluye impuestos, amortizaciones y resultados extraordinarios.
Puedes hacer diferentes versiones: una más conservadora y otra optimista, para comparar escenarios.
Paso 5: Proyectar el flujo de caja año a año
La rentabilidad no siempre implica liquidez. Por eso, hay que proyectar también el flujo de caja, es decir, las entradas y salidas reales de dinero.
Esta parte permite anticipar si habrá tensiones de liquidez o necesidad de financiación externa. Es uno de los apartados que más valoran los bancos.
Divide en tres tipos de flujo: operativo, de inversión y de financiación.
Paso 6: Hacer el balance proyectado
El balance proyectado refleja cómo evolucionará el patrimonio del negocio: activos, pasivos y capital propio.
Esto ayuda a entender el nivel de endeudamiento y la solvencia futura. También permite planificar inversiones, compras o reducción de deudas.
Actualiza cada elemento según las previsiones: amortizaciones, nuevas inversiones, financiación prevista, etc.
Paso 7: Validar la proyección con distintos escenarios
Haz una versión optimista, una realista y una pesimista. Así podrás ver cómo respondería tu negocio en cada situación.
Este análisis por escenarios te da margen para tomar decisiones con antelación y reducir riesgos. No hace falta que sean muy complejos.
Basta con variar algunos supuestos clave: ventas, gastos variables, tipos de interés, etc.
Ejemplo práctico de proyección financiera para pymes
Supongamos una pyme de servicios con ingresos actuales de 100.000 € anuales. Prevé un crecimiento del 15 % anual y mantiene sus costes al 60 %.
Año 1: Ingresos 115.000 € / Gastos 69.000 € / Beneficio neto: 46.000 €
Año 2: Ingresos 132.250 € / Gastos 79.350 € / Beneficio neto: 52.900 €
Año 3: Ingresos 152.087 € / Gastos 91.252 € / Beneficio neto: 60.835 €
Este tipo de modelo ayuda a tomar decisiones de contratación, financiación o inversión a medio plazo.
Te ayudamos a construir una proyección financiera sólida
En Bonet Asesores ayudamos a pymes y autónomos a tomar el control de sus finanzas desde el conocimiento y la planificación.
Nuestro equipo especialista en asesoría financiera te acompaña en la elaboración de proyecciones realistas y personalizadas, con un diagnóstico inicial (ITV Financiera), seguimiento mensual de márgenes, costes y tesorería, y la base fiscal-contable integrada, todo con panel de indicadores en tiempo real.
Asesoramos a cada cliente en la elaboración de proyecciones financieras realistas, personalizadas y alineadas con sus objetivos.
Si quieres planificar mejor tus próximos pasos, contáctanos y te orientaremos para construir una proyección financiera sólida y eficaz.
Preguntas frecuentes sobre cómo hacer una proyección financiera
¿Cada cuánto tiempo debo actualizar la proyección financiera?
Lo recomendable es revisarla cada trimestre o cada vez que haya un cambio relevante en el negocio o el entorno económico.
¿Puedo hacer una proyección financiera sin datos históricos?
Sí, pero es más complicado. En negocios nuevos se pueden usar datos estimados del sector, estudios de mercado o benchmarking.
¿La proyección financiera debe incluir impuestos?
Absolutamente. Es importante tener en cuenta el pago del IVA, el Impuesto de Sociedades u otras cargas fiscales previstas.
¿Cuál es la diferencia entre presupuesto y proyección financiera?
El presupuesto es más riguroso y detallado a corto plazo. La proyección es más flexible y se usa para planificar a medio o largo plazo.
¿Qué errores hay que evitar al hacer una proyección financiera?
Sobreestimar ingresos, subestimar gastos, olvidar impuestos o no tener en cuenta escenarios alternativos.